viernes, 5 de junio de 2009

Soberbia ante el voto blanco


Katia D'Artigues
Campos Elíseos
El Universal

Sí es una gran ola. Pero los políticos, soberbios, no quieren verlo.

No es una “ocurrencia” de alguien con una filiación determinada llamar a “votar en blanco” o hacer un voto nulo para políticos nulos, como dice Carlos Páez Agraz en Guadalajara. Eso de ponerle “tache a todos”, como dice Gabriel Hinojosa Rivero en Puebla (y sí: es primo de Felipe Calderón Hinojosa).

De un mes para acá muchos hemos escrito sobre el fenómeno creciente del voto en blanco; del hecho de que siete de cada 10 mexicanos no piensan ni ir a votar… pero los políticos no acusan recibo.

O andan pensando, como también lo escribió José Saramago en Ensayo sobre la lucidez, que todo es producto de una suerte de compló… cuando —en la novela y en la realidad— se trata de un despertar ciudadano.

Peor. Si lo hacen, escriben para descalificarlo. Para muestra, el artículo que Germán Martínez publicó ayer en EL UNIVERSAL: “El voto nulo está movido por los mismos que antes de la alternancia con Vicente Fox gritaban (…) ‘choque de trenes’ que haría volar en pedazos a la nación. También me temo que son los que, luego de la victoria del presidente Calderón, clamaban a un presidente interino (...) cuando se les acabó el cuento del ‘Estado fallido’, son ellos mismos los que traen el voto nulo”.

O sea: todo es un compló de sectores del PRI y el del PRD-PT-Convergencia (juntos o separados… ya ni ellos saben) que… ¡los desacredita a ellos por igual! Fíjese.

Allá Germán y los demás políticos que les vale, porque están apostando a una elección de maquinarias/acarreos que nos desilusionará más.

El antivirus es sencillo: basta con subirse a algunas de las peticiones que se hacen a la par de votar en blanco, y que no escuchan. Como las candidaturas ciudadanas, aunque el tribunal ayer haya bateado a dos. La reelección de legisladores. La transparencia de los partidos.

Y otra: que se legisle el voto en blanco. Si una mayoría vota en blanco, que se repitan las elecciones con otros candidatos y, claro, menos presupuesto. En 2005, una diputada del PRD, Eliana García Laguna, presentó una iniciativa así. Debe estar en la congeladora.

Claro, también pasa que se necesita “autocrítica”… de la cual carecen los partidos políticos.

Ayer me topé con la página web de una ex panista desilusionada, Tatiana Clouthier, quien ahora con un matrimonio por conveniencia firmado ante notario con Nueva Alianza quiere ser alcaldesa en San Pedro Garza, Nuevo León.

En un video dice, tras llamar a los ciudadanos a abrir los ojos: “Si ya nadie cree en los partidos políticos, es porque empezamos a creer en nosotros mismos”.

Eso es lo mejor que podría suceder.

2 comentarios:

  1. El PAN dice que la campaña viene del PRI y que un voto nulo es un voto por el PRI.
    El PRD dice que un voto nulo es un voto por el PRI Y por el PAN.
    El PRI dice que atenta contra la democracia.
    Dan asco esas lacras, no pueden ver que lo que queremos es quitarles poder. Por supuesto que no toman esto en serio.

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  2. Hay por ahi una propuesta interesante como para mandarsela a esos pobres legisladores idelistas como la que menciona usted en su articulo. Se llama la Ley Directa Ciudadana #1. Pero la propuesta de repetir elecciones en caso de abstencionismo/nulidad de votos seria refrescante, menos presupuesto para gente menos capaz... no es mas que logico!

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